Transgénicos

¿Qué son is cultivos transgénicos?

Los cultivos transgénicos son plantas a las que se les han incorporado uno o más genes provenientes de vegetales, bacterias u otros organismos con el fin de modificar sus características productivas o nutricionales. Las primeras plantas transgénicas fueron creadas, con fines de investigación, a principios de los años 80s. En los años 90s se comercializaron los primeros cultivos transgénicos. El primer cultivo transgénico fue el tomate Flav-savr, que no tuvo éxito comercial y fue retirado del mercado. Posteriormente otros cultivos fueron exitosos, tales como la soya y el maíz con resistencia a insectos y herbicidas.

Las diferencias entre cultivos transgénicos y no-transgénicos o convencionales se basa en el proceso mediante el cual se obtuvo la nueva variedad, independiente de las características finales del producto. El proceso utilizado para la obtención de un cultivo transgénico, involucra la introducción de genes de otra especie en el cultivo de interés. Para esto se utilizan herramientas de ingeniería genética. Los procesos utilizados para la generación de cultivos no-transgénicos se basan normalmente en programas de mejoramiento genético tradicional. Un programa de mejoramiento genético tradicional consiste en la selección de individuos con características de interés (por ejemplo, mayor tamaño o mayor número de frutos) en una población generada a partir de la cruza de dos líneas parentales.

Los primeros cultivos transgénicos comerciales se centraron en dos características agronómicas 1) la resistencia a herbicida para mejorar el control de malezas 2) y la resistencia a insectos, particularmente el grupo de toxinas Bt provenientes de la bacteria Bacillus thuringiensis. Hoy en día siguen siendo los principales tipos de cultivos transgénicos comercializados a nivel mundial.

El uso de estos cultivos transgénicos impuso a nivel mundial un debate sobre las ventajas, beneficios y riesgos de su incorporación. Los argumentos esgrimidos en el debate público abordan diversos aspectos tales como:

 

Desventajas

  • Impacto ambiental y agroecológico de estos cultivos
  • Aspectos éticos
  • Impacto socio-económicos y de justicia social debido a cambios en los sistemas de producción agroalimentaria
  • Concentración de la industria de semillas
  • Riesgos para la salud humana

Ventajas

  • Potencial disminución de pesticidas y fertilizantes altamente tóxicos
  • Aumento de rendimiento
  • Disminución en los costos de producción
  • Potencial de la tecnología para resolver futuros escenarios adversos para la agricultura y la alimentación

A más de 25 años desde su introducción, el debate sigue vigente. En su seno se mezclan y entrelazan argumentos técnicos, científicos, sociales, económicos y políticos. La controversia continúa y seguirá vigente en parte porque en ella se enfrentan distintas visiones del futuro de la agricultura. Ambos promotores y detractores han exagerado sus argumentos: los cultivos transgénicos no han resuelto el problema del hambre en mundo, como argumentaban sus promotores pero tampoco han generado monstruos genéticos como advertían algunos detractores.

La evidencia acumulada sobre impactos negativos y positivos no permite hacer grandes generalizaciones del tipo “todos son seguros” o “todos son riesgosos”. Apunta más bien a una evaluación caso-a-caso que considere los aspectos agroecológicos y sociales del contexto local en que se adoptan.  Los principales impactos se relacionan con cambios en los sistemas de producción agroalimentarios y por ende dependen del contexto social, económico y agro-ecológico en el cuál se adoptan. Así, por ejemplo, el herbicida glifosato, asociado al cultivo de transgénicos resistentes a herbicidas, inicialmente reemplazo a otros considerados más tóxicos. Sin embargo, su uso indiscriminado y a gran escala ha generado impactos negativos en la salud y el medio ambiente en la producción de soya transgénica en Argentina.

A nivel general, los aumentos en rendimiento de los transgénicos no parecen ser significativos comparados con variedades convencionales, si bien los datos varían de localidad a localidad. En el caso de los transgénicos resistentes a insectos, sus beneficios en la reducción de pesticidas parecieran que ser más claros. Al igual que con el uso de pesticidas convencionales, mantener esos beneficios dependerá de un buen manejo para prevenir el desarrollo de resistencia en los insectos.

En el caso de los riesgos para la salud humana los estudios sobre alimentos transgénicos aprobados indican que son tan seguros como su contraparte convencional. Algunos estudios han mostrado efectos tóxicos, siendo ampliamente debatidos pero sin cambiar el consenso por ahora. No obstante, dada las amplias posibilidades de modificación que ofrece la tecnología es importante continuar estudiando potenciales impactos y evaluando caso-a-caso el desarrollo de nuevos transgénicos. En ese sentido la transparencia, participación e información sobre conflictos de interés es esencial para que los ciudadanos puedan confiar en los sistemas de evaluación de riesgo. La regulación debe estar al servicio del bien común.

Es importante destacar que uno de los riesgos más importantes para la salud humana es el uso indiscriminado de pesticidas y otros compuestos químicos en la agricultura industrializada, sean estos cultivos convencionales o transgénicos.  En ese sentido, ambos transgénicos y convencionales requieren una mirada más crítica que proteja a la población.

Los estudios sociales sobre la controversia muestran que las personas quieren saber cuáles son beneficios para la sociedad de la tecnología en su formato actual. Es decir, se preguntan: ¿quién gana y quién pierde con esta tecnología? ¿cuáles serían los caminos alternativos si no se adopta? ¿Quién decide y cómo?

¿Cuáles son los principales cultivos transgénicos en el mundo?

Los principales cultivos transgénicos a nivel mundial son soya, maíz y algodón y canola, en orden de importancia por superficie cultivada. Las principales modificaciones genéticas o características que presentes en estos cultivos son tolerancia a herbicidas (glifosato y derivados) y resistencia a insectos (Bt). Actualmente una cantidad creciente de los cultivos transgénicos comerciales y en desarrollo presentan una combinacion de estas dos modificaciones, llamadas características apiladas, en una misma planta.

Tabla N°1. Principales cultivos transgénicos en el mundo durante el año 2014

Tabla 1. Sección transgénicos

Fuente: Elaboración con datos obtenidos desde Canadian Biotechnology Action Network (2015).

¿Cuáles son los principales países productores de transgénicos?

A nivel mundial se cultivaron alrededor de 180 millones de hectáreas de transgénicos en el 2014. El líder mundial en producción de transgénicos es Estados Unidos con 73.1 millones de hectáreas, seguido por Brasil, Argentina, India y Canadá según los datos del informe 2014 de la International Service for the Acquisition of Agri-biotech Applications, ISAAALos tres mayores productores concentran el 76% de la producción mundial. Los diez mayores productores de transgénicos, que producen más de un millón de hectáreas, son responsables del 98% del total de la producción mundial.

En la actualidad, se ha visto un aumento en la producción de transgénicos en países en desarrollo. De los 14 países que producen 50.000 hectáreas o más, 9 corresponden a países en desarrollo. En conjunto estos países producen casi el 100% de la producción mundial.

Tabla N°2. Principales países que producen  transgénicos en el mundo en el año 2014

tabla 2 sección transgénicos.

    Fuente: Elaboración con datos obtenidos desde Canadian Biotechnology Action Network (2015).

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